Esta es la historia de un joven Italiano que decidió emprender una aventura única: dar la vuelta al mundo en una Vespa GT modelo 68. Después de renunciar a su trabajo como encargado en un hotel de Milán, en 2017 comenzó su viaje intercontinental.
¿Por qué “El Grand Tour”?
“El Grand Tour” es un tipo de viaje que se popularizó entre los jóvenes artistas de la aristocracia europea del S XVII. En aquella época, sus recursos financieros les permitían solventar los gastos de un viaje en solitario, que podía durar meses o años. La particularidad era que comenzaba y finalizaba en la misma ciudad.
Así es como nace la idea moderna de viajar: un recorrido sin ningún interés comercial, militar o religioso. El Grand Tour era un viaje para descubrir nuevos lugares, con su arte y cultura particular, una manera de crecer en experiencias y satisfacer la curiosidad de ver qué hay más allá.
Vuelta al mundo en una Vespa GT ´68
La historia de Ilario en primera persona
Me llamo Ilario, soy de Milán y tengo 35 años. No soy un artista y mucho menos un aristócrata, pero el 16 de Septiembre del 2017 comencé mi “Grand Tour”. Sé la fecha de inicio, pero no sé cuándo lo terminaré.
Pensé buscar un nombre más contemporáneo para mi aventura, pero me decidí por El Grand Tour porque evoca esa “conexión romántica” de la historia de los viajes. Después de todo, mi compañera de ruta es un poco romántica y un poco histórica: una Vespa GT de 1968.
Vespa GT significa Grand Tour y en su patente lleva las letras VA, por VespAnda, el sitio web donde comparto mis aventuras por el mundo. Como en los antiguos Grand Tours, mi viaje empezó y terminará en la misma ciudad: Milán, Italia.
Paso a paso: La primera etapa
Llegué hasta el mítico cabo norte en Noruega y desde allí, bajé hacia el estrecho de Gibraltar para ingresar a Marruecos. Luego continué varios kilómetros por la ruta del Dakar, hasta llegar a Mauritania.
Desde allí, atravesé África Subsahariana, pasando por Senegal, Gambia, Malí, Burkina Faso, Ghana, Togo y Benín.
Finalmente llegué a Sudáfrica, hasta el extremo sur en Ciudad del Cabo y desde allí comencé mi travesía por la costa este africana.
Finalmente llegué a Sudáfrica, hasta el extremo sur en Ciudad del Cabo y desde allí comencé mi travesía por la costa este africana. Mi idea era llegar hasta Mongolia, un país que siempre quise visitar, y de allí retornar a Milán. Pero después pensé ¿para qué volver a casa si estoy a un paso de Asia y del Sudeste Asiático? Podría pasar por Australia, Nueva Zelanda, Japón, Alaska…
Y ya que estaré en América ¡tengo que unir Alaska con Argentina, un país que aprecio con el corazón! y desde el extremo sur del continente, hasta Brasil y desde allí, nuevamente a Europa. Una vez en Portugal, retornaré hacia el lugar donde empezó todo: Milán.
Resumiendo, este será mi Grand Tour: 150.000 kilómetros alrededor del mundo. Uniré los continentes junto a mi Vespa GT.
2020: Pandemia y cierre de fronteras
Tres años después de su partida, la crisis sanitaria ocasionada por el covid-19 sorprendió a Ilario y le cambió los planes mientras recorría Medio Oriente (Arabia Saudita, Irak, Afganistán, Kazajistán, entre otros países). En marzo, el mundo cambió repentinamente y el “Grand Tour” se interrumpió por la pandemia.
Ilario comenta en su canal de YouTube, que cuando las fronteras se cerraron quedó varado en Irán, país con el que está muy agradecido por cobijarlo en una situación tan crítica. Pasados los 8 meses, su visa de turista caducó y las autoridades le comunicaron que debía irse, porque su estadía en el país era considerada ilegal.
Ilario tenía pocas opciones: Armenia y Azerbaiyán (países en conflicto) Pakistán (fronteras cerradas) o Turquía. Con un permiso especial logró ingresar a Turquía meridional y allí pasará los próximos meses, hasta el momento en que pueda avanzar con su Grand Tour.
Vespa, compañera de aventuras
Sin duda, Vespa despierta pasiones y evoca como ninguna el sentimiento de libertad. La historia del joven italiano -por decir una nacionalidad, porque sin duda ya es un ciudadano del mundo- nos recuerda que para un viajero no hay nada más valioso que todo lo aprendido en el camino.